Puedo decir que:
Hoy, día 22 de Diciembre de 2009, día de la loteria de Navidad, no me ha tocado el Gordo.
No, ni el Gordo, ni el segundo premio, ni el tercero, ni uno de los cuartos, ni quintos, ni nada de nada.
No, no he tenido la suerte de mi parte, ni el número 78.294, ni el 53.152, ni el 10104...
Así que seguiré pagando hipoteca, bueno, mas bien, mis padres seguirán pagando hipoteca (como la mayoría de españoles), conservaré mis sueños de la lotería para el año que viene junto con la ilusión que cada año me levanta a las 8 de la mañana. Que da igual que esté enferma, tocando el xilófono, en clase, recogiendo las notas, lloviendo, nevando, granizando, que no tenga radio, ni televisión, ni internet, que yo me las apañaré para poder ver, como cada año, la loteria de Navidad.
De momento, me conformaré con comerme un décimo de chocolate que me regalaron, que por la pinta que tiene no debe estar nada mal.
Desviádome un poco de mi egoísmo y para dejar de hablar de mí, de mi suerte, de mis sueños, mis números y regalos, diré que otro año será para la gente que ha jugado y no le ha tocado, que la suerte es la suerte, y es lo que tiene jugar un juego de azar como este, y para los que les ha tocado algo, felicidades, aunque haya sido poco, en este año de crisis no viene nada mal.
Un día como hoy, una vez al año, todos los años, al igual que en Nochevieja, los españoles hacemos de este juego tan típico la ilusión de todos. Y por eso es así de popular, porque compartimos nuestra alegría por jugar, nuestra ilusión porque toque, nuestra pena porque nuestro número no sale, nuestros sueños, deseos, ambiciones y pensamientos de que haríamos con tanto dinero, y lo compartimos sin darnos cuenta, sin darnos cuenta de que estamos haciéndole bien a los demas, de que apartamos nuestro egoísmo como seres humanos que somos y lo damos todo por un puñetero juego, que al fin y al cabo, nos une.
FELIZ NAVIDAD :)