- Ya está. - le dije.
- ¿Qué has pedido? - preguntó inquieto.
- Pues he pedido un Ferrari - dije sonriente.
- ¿Un Ferrari? - me miró sorprendido.
- Sí, ¿qué pasa? cada uno desea lo que quiere. - exclamé. - además tengo ¡a todo el Universo de mi parte! - le imité. Se me escapó una carcajada.
- ¿Tienes que estropear siempre todos los momentos bonitos? podías haberme mentido y decir "he deseado que me des un beso" o " que estemos juntos para siempre". . . pero no, tú quieres un Ferrari y no tienes ni el carnet.- dijo.
- Es que hoy es Martes. . .- dije enseñándole el calendario de su reloj.
- Sí, ¿y qué? - preguntó tumbándose en el césped.
- Que dijimos que nos querríamos solo de Miércoles a Domingo. . .- dije tumbándome a su lado.
- Ah sí. . . tienes razón. . .- dijo con una voz muy tenue.
- ¿Qué has deseado tú? - le pregunté con la esperanza de que rompiera aquella absurda promesa.
- Imbécil. - exclamé.
- ¿Qué día es hoy? - usó mis mismas palabras haciéndome burla.
- Martes - dije a regañadientes.
- Pues eso. - dijo concentrado mirando las nubes y los dibujos que formaban en el cielo.
4 comentarios:
jajajaja me encantó xD
:) me gustó, un beso
jaja me ha encantado!:)
un beso!
jajajaja muy bueno!=)
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