EL MUNDO SE DERRUMBA Y NOSOTROS NOS ENAMORAMOS.

¿Quien dijo algarabía? Llamémosle arte.

Seguidores

No importa que desafíos puedan separarnos, siempre hallaremos la forma de volver a unirnos.


Pisas fuerte. 
Lo sé. 
Lo siento.
Lo siento dentro de mí,
y también lo siento por el resto.

...

Tú no preguntes,
vive el momento.

"Pero en definitiva, ¿Qué es lo nuestro? Por ahora, al menos, es una especie de complicidad frente a otros, un secreto compartido, un pacto unilateral. Naturalmente, esto no es una aventura, ni un programa ni -menos que menos- un noviazgo. Sin embargo, es algo más que una amistad."

Mario Benedetti
Si le hubiera cortado las alas
habría sido mío,
no habria escapado.
Pero así,
habría dejado de ser pájaro.
Y yo...
yo lo que amaba era un pájaro.

Había escuchado tantas veces todo lo que valgo que ya ni me lo creía. Me pregunto de qué me sirve valer millones si no hay nadie dispuesto a pagarlos. Y es que valemos lo que estén dispuestos a dar por nosotros.
Dime tú qué debía hacer, si dando nada parecía demasiado y si dando demasiado no era suficiente. No hay puntos medios. Eso nunca funciona. 

El alcohol, si, el alcohol va por mis venas demasiado deprisa, no puedo alcanzar su velocidad. Habla más rapido que yo.
Sin medios económicos para que un psicólogo me diga que soy idiota perdida. Apareces tú, con no más de un par de euros en el bolsillo para satisfacer el mas estúpido y placentero de los vicios y me das sesiones gratis. Camino guiada por los impulsos y los desgastes en tu diván.
Me sobreviviré a mí misma si es necesario pero necesitaré tus labios para caerme en ellos de vez en cuando, cuando mis pies me fallen.
Dame una cama y unas sábanas y te costruyo un mundo en miniatura.


Que a ti, psicólogo, voy a volverte loco.
Hoy te he conocido, y juraría que han saltado chispas en mi interior.
Hoy te he besado, y juraría que mi primavera ha renacido.
Hoy me has abrazado, y juraría que he florecido.
Hoy me has hablado, y me ha invadido la inmensidad.

Me temo que quiero más.
Me temo...




Fui feliz, o fuimos felices, y esa felicidad que intento recrear abriendo el cajón de los recuerdos no la he vuelto a ver. Este blog nació prácticamente en ti, me convertiste en poeta de tu mirada, de tu piel, de tus besos. Reina de la metáfora, pero también de tu ausencia. Por muchas personas que pasen por nuestras vidas, este blog lo reservo solo para ti, como un hueco en mi corazón, dueño del amor más puro que ha podido existir y a la vez más imposible. Da igual los años y los daños, porque como dijo Coelho A veces, se desprende más energía discutiendo con alguien a quien amas que haciendo el amor con alguien a quien aprecias”, y estoy intentando aprender a vivir con ello.

No me culpes, culpa a la madurez. Estaba escrito que nos amáramos como niños, puramente, sin maldad, pero ahora somos adultos y la pureza brilla por su ausencia. Hemos crecido, por desgracia un día decidimos soltarnos las manos para seguir caminos distintos y aquí nos encontramos, en un absurdo juego de imposibles, un absurdo juego en el que siempre nos arrepentimos de algunas decisiones tomadas, y siempre cuestionándonos si será lo mejor para ambos.

Me has hecho daño, me encantaría poder olvidar frases que he escuchado para poder seguir a pie de cañón. ¿Serán verdad? Querría preguntarte, aunque fuera con el simple pretexto de saber algo de ti.
Aún miro mi futuro y apareces tú, no sé cómo lo haces.
Por favor, que alguien me dé la clave o haga magia. No sé si volver sobre mis pasos para encontrar tus huellas y seguirlas hasta alcanzarte. Déjame migas de pan, como en Hansel y Gretel, que si no nunca te volveré a ver. Espérame. Deja pasar el tiempo. Deja que la rabia y el rencor se apaguen para volver a empezar.
Deja que esta herida cicatrice. 
Pero no te olvides de mí. Por favor, no lo hagas. Mándame una señal.

Te quiero y siempre te querré.


A.


Lo que pasa

Yo te entregué mi sangre, mis sonidos, 
mis manos, mi cabeza, 
y lo que es más, mi soledad, la gran señora, 
como un día de mayo dulcísimo de otoño, 
y lo que es más aún, todo mi olvido 
para que lo deshagas y dures en la noche, en la 
tormenta, en la desgracia, 
y más aún, te di mi muerte, 
veré subir tu rostro entre el oleaje de las 
sombras,
y aún no puedo abarcarte, sigues creciendo como 
un fuego, y me destruyes, me construyes, eres oscura como 
la luz

(Seguiremos sumando algún día)
5411