EL MUNDO SE DERRUMBA Y NOSOTROS NOS ENAMORAMOS.

¿Quien dijo algarabía? Llamémosle arte.

Seguidores

“Dicen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores; uno con el que te casas o vives para siempre, puede que el padre o la madre de tus hijos, esa persona con la que consigues la compenetración máxima para estar el resto de tu vida junto a ella.
Y dicen que hay un segundo gran amor, una persona que perderás siempre. Alguien con quien naciste conectado, tan conectado que las fuerzas de la química escapan a la razón y te impedirá, siempre, alcanzar un final feliz. Hasta que cierto día dejarás de intentarlo. Te rendirás y buscarás a esa otra persona que acabarás encontrando.
Pero te aseguro que no pasarás una sola noche sin necesitar otro beso suyo, o tan siquiera discutir una vez más. Todos sabéis de qué estoy hablando, porque mientras estabais leyendo esto os ha venido su nombre a la cabeza.
Te librarás de él o de ella, dejarás de sufrir, conseguirás encontrar la paz (le sustituirás por la calma), pero te aseguro que no pasará un día en que desees que estuviera aquí para perturbarte…
Porque, a veces, se desprende más energía discutiendo con alguien a quien amas que haciendo el amor con alguien a quien aprecias.”

Paulo CoelhoThe Zahir


No me quito este texto de la cabeza.
Sé que estás ahí, sé que me sigues leyendo, sabes que no me olvido de ti.
No sé si fui yo o fue la vida quien me arrancó de esos instantes de placer. Aún no consigo acordarme del momento exacto en el que la comisura de tu boca quebró tu sonrisa para convertirla en una mueca de tristeza. No recuerdo cuando fue la última vez que te besé sin miedo a perderte. Tampoco recuerdo cuándo pusimos la primera piedra para construir este muro que nos separa, cuándo empezó a astillarse nuestro amor. ¿Se nos acabaría el amor de tanto usarlo? Pero tampoco logro recordar los abrazos y caricias que decían "no te escapes, no te vayas de mi", ni los besos con sabor a primeras veces, ni siquiera de la manera en la que se me iba la vida en ello. No recuerdo verte aparecer a lo lejos y que en mi interior se organizara una estampida. 
No recuerdo tu piel, no recuerdo tu olor, no recuerdo tu voz.
Contigo cada día era reinventarse, y ya no me acuerdo del día en que dejamos de hacerlo.


El día de hoy no se volverá a repetir. Vive intensamente cada instante, lo que no significa alocadamente; sino mimando cada situación, escuchando a cada compañero, intentando realizar cada sueño positivo, buscando el éxito del otro; y examinándote de la asignatura fundamental: el amor, para que un día no lamentes haber malgastado egoístamente tu capacidad de amar y dar vida. 
– El club de los poetas muertos







Cuando más empiezo a quererte es cuando te vas, cuando te esfumas y me abandonas en una noche cualquiera, en cualquier lugar. No importa. No te importa. No importo. Pero me gusta, y me gustas. Me gusta perseguirte, este juego que hemos inventado entre tu y yo, aunque a veces pierda la gracia cuando yo me voy y tu no me sigues. 

No lo entiendo. A veces no consigo entender este juego. Te saltas las reglas y me haces más feliz de la cuenta, y entonces yo ardo, ardo junto a las instrucciones de este absurdo placer de perderte para luego encontrarte, las instrucciones que pautan cómo debo comportarme, que ponen el límite de esto, y entonces hay que volver a dibujar la dichosa línea de este tira y afloja, a veces un poco más cerca, pero otras... otras un poco más lejos. No se si llegará el día en el que traspasemos ese límite que mide los gestos y las palabras. 
¿Qué pasará?, ¿estallaremos en pedazos o estallaremos en besos?

NO QUIERO QUE VALGAS LA PENA, QUIERO QUE VALGAS EL TIEMPO, QUE VALGAS LA RISA, QUE VALGAS LOS SUEÑOS, QUE VALGAS LAS PALABRAS, QUE VALGAS LAS RENUNCIAS, QUE VALGAS LOS CAMBIOS, QUE VALGAS CADA MOMENTO.

Intimidad

Soñamos juntos
juntos despertamos
el tiempo hace o deshace
mientras tanto

no le importan tu sueño
ni mi sueño
somos torpes
o demasiado cautos

pensamos que no cae
esa gaviota
creemos que es eterno
este conjuro
que la batalla es nuestra
o de ninguno

juntos vivimos
sucumbimos juntos
pero esa destrucción
es una broma
un detalle una ráfaga

un vestigio
y un abrirse y cerrarse
el paraíso

ya nuestra intimidad
es tan inmensa
que la muerte la esconde
en su vacío

quiero que me relates
el duelo que te callas

por mi parte te ofrezco
mi última confianza

estás sola
estoy solo
pero a veces
puede la soledad
ser
una llama.
~ Mario Benedetti
Me veo muy obligada a publicar este texto que escribí hace casi un año. No es un texto de amor o desamor... no. Hablo de una experiencia personal de la que aprendí mucho en su día.

Nos pasamos la vida posponiendo la felicidad: cuando acabe bachillerato, cuando termine selectividad, cuando entre a la carrera que me gusta, cuando acabe la carrera, cuando encuentre trabajo, cuando me compre mi primera casa, cuando me case…
Si una cosa he aprendido este año es que el mejor momento para ser feliz es ESTE.
A estas alturas, ya en Junio, ha sido cuando me he podido dar cuenta de ello.
Me he pasado la vida (y cuando digo la vida, es la vida, no una mera expresión) diciendo que quería ser médico. En primero de bachiller tuve un mal año y mi nota no era para tirar cohetes, pero segundo de bachiller fue un año aún peor, las cosas me vinieron de cara, y cada paso que daba era estamparse contra un muro cada vez más fuerte, pero eso no fue un motivo para no intentarlo cada vez más. Al final terminé con una nota bastante buena, pero tal fue mi obsesión por entrar a Medicina (esa magnífica carrera que tenemos tan idealizada) que me tiré las semanas anteriores a selectividad sin apenas dormir, estudiaba más de 14 horas diarias (y sin exagerar) y eso al final no fue nada bueno, mi nota en selectividad tampoco fue mala (aunque he de decir que en selectividad corrigen de una manera muy injusta), pero no suficiente para entrar en Medicina y me desmoroné. Todo por lo que había luchado tanto tiempo y todo a lo que había reducido mi vida desapareció y sin posibilidad de hacer nada, porque no me puedo permitir estudiar en una universidad privada. Un verano que a todos nos prometen ser el mejor de nuestra vida, fue un verano horrible, seguido de un año horrible estudiando una carrera que no me gustaba para nada: Fisioterapia. Pero a estas alturas del curso, del cual me quedan 3 exámenes y apenas dos semanas para acabar limpia mi primer año de carrera, puedo decir que me encanta, y esto lo he descubierto hace apenas un par de semanas, estudiando los exámenes finales del segundo cuatrimestre. Y aunque no he perdido la ilusión por Medicina, sé que esta carrera no me disgusta aunque no sea la que había soñado tanto tiempo.
Con esto quiero decir que no debemos obcecarnos con nuestros objetivos, yo soy una persona de ideas fijas y al final he terminado cediendo, no me he dado cuenta antes de lo genial que es esta carrera que estoy estudiando por estar encabezonada con Medicina. Que no os puedan los estereotipos y los prejuicios de que una carrera es más que otra, yo creía que Fisioterapia era una carrera sencilla, y puedo asegurar que ha sido un año duro y de mucho estudio. No os quedéis estancados en un sueño, si no lo conseguís ahora, ya vendrá otra oportunidad, pero no cometáis el grandísimo error que cometí yo: no ser feliz y no disfrutar esta grandísima oportunidad que me han ofrecido mis padres, el poder tener estudios superiores.
Espero que mi experiencia os sirva de ejemplo. Yo hoy he decidido ser feliz.


La vida es una lucha y tú eres el más fuerte.

[Ahora puedo añadir que este año me encanta aún más mi carrera y me apasiona. También puedo decir que el año pasado fue duro, pero este se lleva el premio jajaja]

Mucho ánimo a los que os examináis de selectividad este año y si, en general, queréis algún consejo (selectividad, fisioterapia...) no dudeis en preguntarme:

ecyrblog@hotmail.com



Alguien que me de besos de buenos días y me tape para darme las buenas noches. Alguien que tras horas y horas de estudio tenga el detalle de compartir un café conmigo. Alguien que se caracterice por los pequeños detalles que hacen la vida más dulce. Alguien que comparta conmigo las mismas ganas de descubrir mundo. Alguien que no pare de hacerme fotos para jamás olvidarse de mi y tenerme siempre presente. 
Creo que la clave del amor es alimentarlo día a día con estas pequeñas cosas.
Basta ya de desamor. Basta ya de levantarme con lágrimas de la noche anterior. Basta ya de no sonreír. Basta ya de tanto dolor y daño. Basta ya de tiempo. Basta ya de engaños. Basta ya de ser incapaz y dependiente. 
¡AYUDA!
Es sorprendente como una persona, tras meses y meses de mutuo daño, puede seguir dando giros inesperados a tu vida.
Tienes el valioso poder de cambiarme la vida cada vez que decides entrar en ella. No se si para mi bien o para mi mal, yo sigo permitiéndote que ese poder arrase con todo mi ser como sí de un ciclón se tratara. Créeme si te digo que sería una lástima desperdiciar esa magia que tienes en mi. 
Qué fácil es perder todo y qué difícil ganar la batalla, ¿verdad? Justo, entre corazón y razón. Razón de echarte y corazón de amarte como nunca. Qué dura decisión echar a perder 3 años cuando esa persona se lleva tres cuartas partes de ti mismo. No soporto la idea de no volver a verte sonreír una vez mas a milímetros de mi cara, y no volver a intentarlo una vez más. Te prometería hacer que mereciese la alegría y no la pena. Mi otra mitad la encontré en ti. No quiero vagar siendo sólo a medias, rumbo a ninguna parte. Si a ti ya te he encontrado, ¿qué más quiero? Entiéndeme, sin ti, yo no. 

Ganas, valor y confianza, por favor.