EL MUNDO SE DERRUMBA Y NOSOTROS NOS ENAMORAMOS.

¿Quien dijo algarabía? Llamémosle arte.

Seguidores

Y, a pesar de todo, no abrir la boca para que tú estés bien, aunque necesite gritar. Así de grande es mi amor por ti, y así de idiota soy yo.
Duele que el insomnio te lo provoque una persona que ni siquiera sabe valorarte. Duele ver pasar los días y solo poder detenerme a observar como el abismo entre los dos cada vez se parece más al Cañón del Colorado. Solo puedo mirarte desde el otro lado porque me has quitado las alas para volar hasta ti. Estoy en una isla, lejos de todo lo que quiero, a falta de todo lo que quiero. Que me faltes tú es como si me faltara el agua: Al principio, notas como la saliva se espesa y la lengua se seca, y aparece en tu mente un cartelito neón: "NECESITAS AGUA", y poco a poco esta idea se va convirtiendo en una obsesión, no puedes dejar de pensar en ello mientras tus funciones vitales se van apagando una a una. Una agonía eterna. 
Ahora lo único que me queda es ese cartelito en mi cabeza, pero ni las fuerzas para ir en busca del agua que tanto necesito, y mientras, tú en el otro lado. 
Si pudiera hacer una representación gráfica de esta situación, yo sería en blanco y negro y tú, lleno colores y matices.
Yo, desde el otro lado, aún sigo pensando la manera de pintarnos en rojo pasión.
Ahora mismo te tengo a mi lado durmiendo. No te puedes hacer una idea de cómo me llena verte así, descansando en paz. Yo velaré tus sueños, a mi también me da paz verte dormir. Te quiero, eso está claro, pero cuando te veo dormir, rendido a la simple existencia, no sabes cuanto le agradezco al mundo que hoy estés en mi cama. Ojalá el tiempo se pudiera parar en el instante que respiras profundo y abres los ojos. Me encanta el momento en el vuelves a la vida y me miras con amor, como yo a ti. No soporto un segundo más sin besarte.

-         -  “Buenos días, mi amor. Te quiero”
Odio que no comprendan que solo necesito a personas contadas en mi vida para ser feliz, que no necesito millones de amigos, que con los verdaderos me basto. No aparento, no quiero nada con la gente que no me aporta nada. Puedo parecer exclusiva, pero odio a la gente que intenta agradar a todo el mundo. Soy una persona de pocos amigos, sí, pero muy buenos. No soy super extrovertida, ni tampoco quiero serlo, creo que me ha ido bastante bien siendo como soy en la elección de las personas que me acompañan en este camino. 
Centrándonos... No soporto estar lejos de ellas, y a veces su ausencia me hace llorar porque son esa ración de positivismo que necesito cada mañana para poder afrontar el día. Me dan fuerza y me empujan a conseguir los objetivos inalcanzables que muchas veces me propongo, jamás me ponen un obstáculo, siempre me dan alas, y eso es esencial para ser un buen amigo. Y cuando fracaso, se acuestan un rato conmigo en el suelo y luego me ayudan a levantar y me animan a seguir intentándolo. Espero estar a la altura, y como ellas, ser tan buena amiga, porque les debo mucho.
Hablo de ellas, entre otras personas importantes en mi vida, porque son el mejor ejemplo de buena amistad y les estaré eternamente agradecida por como son. Las quiero hasta la china ida y vuelta, ida y vuelta, ida y vuelta...
Para mi, mis amigas son las hermanas que Dios olvido darme.

Si alguna vez leéis esto: Gracias por ser tan esenciales en mi vida. Sois un tesoro.






Sé que esta noche tú no tendrás problemas en dormir. En cambio yo…yo… ¿qué te voy a contar? Si ya sabes todo. Sabes que no duermo aún muriendo de sueño si hay algo que ronda mi cabeza, sabes que a mí nadie me tiene que dar clases de moral, que eso es algo que ya tengo muy aprendido, que muero por ti, que me encantaría dormir contigo pero mi cabeza me dice “¡Enfádate!”. Sabes que lloro a la mínima y también sabes que soy incapaz de durar mucho enfadada. Sin embargo, esta noche sé que si me acostara en tu cama, no reconocería a la persona que tengo al lado. No quiero dormir con desconocidos.
E igual de ingenua, te esperaré tu señal.
Yo que encontré mi lugar en el color de tus ojos…
Esta mañana ya no me acordaba como tocaban tus dedos esta guitarra que era para mi tu cuerpo. Ya no me acordaba lo que sentía cuando tocaba tu pelo. Ya no me acuerdo si tus ojos eran marrones o negros, como la noche o como el día en que dejamos de vernos. Solo recuerdo que llovía y que quedamos en la parada del metro. Pero haciendo un gran esfuerzo aún veo tu mirada en cada espejo de cada ascensor dónde cada noche me sube hasta el cielo de moteles invernaderos, donde se jura algo tan efímero. Ya no me acuerdo ni de tu risa ni de tu prisa por darme un beso, ni que botón de tu camisa desabrochaba primero, ni que dulce rumba me bailabas cuando querías robarme el sueño. Dicen que el tiempo y el olvido son como hermanos gemelos, que vas echando de más lo que un día echaste de menos.

Esta mañana


El final se acerca ya, lo esperaré serenamente. Ya ves, que yo he sido así, te lo diré sinceramente: viví la inmensidad sin conocer jamás fronteras y bien, sin descansar, y a mi manera. 
Tal vez lloré, o tal vez reí,  tal vea gané, o tal vez perdí, ahora sé que fui feliz, que si lloré también amé,  puedo vivir hasta el final a mi manera.

Te echo de menos. Ya no te encuentro, busco y busco y no estas.
Te echo de menos, echo de menos nuestras conversaciones, nuestros desvaríos, las risas, nuestras historias, los consejos, el que me oigas, oírte, te echo de menos a ti.
Los días se vuelven infinitos, solo oigo silencios, intento susurrarte al oído, luego te grito, no me oyes. Estas  lejos.
Ansío el bálsamo de tu compañía, te anhelo a ti, tu  corazón. Nada pido, nada espero, solo deseo.
Quiero despertar de este sueño en el que no estas, ese sueño en el que siento miedo.
No quiero que mi cabeza te olvide, no quiero pasar página, quiero que los días pasen de prisa para que todo vuelva a ser igual. 
Quiero que estos días grises se pasen rápido, este triste y oscuro  invierno sin risas y con frío, quiero que volvamos a crear historias, esas historias que hacen que me inspire y escriba y que ahora están aparcadas en un rincón oscuro de mi mente.
Quiero estirar mi mano y que ahí este la tuya, quiero ese abrazo y ese beso de película en blanco y negro.

Simplemente te echo de menos.

Amar es vivir tu propia vida compartiéndola. Es perdonar. Es cometer millones de errores y convertirlos en experiencias de aprendizaje. Amar es paciencia, optimismo y veces, un BESO cuando no hay nada más que decir.

Cansada de guerrear por paz.

Todo el oro del mundo por la mitad de tu tiempo.
2012, para mí, el año más duro que he podido vivir.
Gracias a la persona que me falla y no aprende, yo he aprendido que no merece la pena el esfuerzo de explicarle por qué me enfado yo (¿No vale un "eres importante"?)
La verdad que en este año he aprendido a ser presa.. He sido presa de mis miedos, mis inseguridades, mis fallos, mis fracasos (aah... fracasos, ¡que cantidad de fracasos en tan poco tiempo! FRACASADA, FRACASADA, FRACASADA). No me perdonaré nunca el no aprender a levantarme, aunque a veces me gusta quedarme en el fondo y echarme un siestecita (de días o, incluso, meses).
¡Ah!, eso si, lo que he aprendido de mí este año es que soy llorica (pero llorica, llorica, ¿eh?). Segundo de Bachiller me ha vuelto una persona hipersensible (Espera... ¿ha sido eso o mi suerte para tropezarme con cada obstáculo que me pone la vida?). Parezco una niña pequeña con las rodillas peladas y ensangrentadas, mi falta de coordinación óculo-pédica no me ha permitido la huida de mis problemas, y lo único que hago es recrearme en mi dolor.
¿Qué he sacado bueno de 2012? Soy una persona al servicio de los demás (Un momento...¡eso no es bueno!¡Siempre me toman por el pito del Sereno! Y eso que soy una persona con mucho genio... pero en el fondo blanda)
He aprendido a aceptar mis derrotas.
Ya está. ¿Ya está? ¿366 días para esa mierda de conclusión? Pues sí.

P.D: Al final conseguí huir a duras penas y me largué a empezar mi propia vida en Valencia.

Bienvenido 2013